foto: jose ramon
Atardece de nuevo y un día más ciudades diferentes
nos enseñan sucesivos ocasos. Mañana
volveremos a encontrarnos, pero hoy, ¿cómo hablarte
de las horas que vendrán y otra vez no serán nuestras?
Está tendido el horizonte y la penumbra se despliega.
Dentro de poco llegará el momento
en que todo se detiene y cada cual,
por su cuenta, cierra los ojos y muerde los labios.